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El Economista/ Inmobiliaria: Torre Rioja creará un gran centro de negocio en Madrid

MADRID 04 enero 2017

  • Madrid tendrá en los próximos años un nuevo gran centro de negocios que convivirá con las actuales zonas financieras y empresariales de la ciudad, como son el área de Azca, Plaza de Castilla o gran parte del Paseo de la Castellana. Este nuevo espacio se situará en la zona de Julián Camarillo y será la patrimonialista española Torre Rioja la encargada de dar a este antiguo barrio industrial un nuevo aspecto, que sin duda llamará la atención de las grandes corporaciones.

Madrid tendrá en los próximos años un nuevo gran centro de negocios que convivirá con las actuales zonas financieras y empresariales de la ciudad, como son el área de Azca, Plaza de Castilla o gran parte del Paseo de la Castellana. Este nuevo espacio se situará en la zona de Julián Camarillo y será la patrimonialista española Torre Rioja la encargada de dar a este antiguo barrio industrial un nuevo aspecto, que sin duda llamará la atención de las grandes corporaciones.

La compañía que dirige Ángel Soria y que cuenta ya con una cartera de suelo de 175.000 metros cuadrados en esta zona de Madrid (75.000 bajo rasante), destinará en total unos 300 millones de euros para someter a este barrio a una profunda regeneración con el objetivo de convertirlo en “una zona refugio frente a la subida de precios que se está produciendo en el área central de Madrid”. El directivo asegura que la nueva oferta contará además con la máxima calidad y con las mejores tecnologías que habrá en toda la ciudad:

“Vamos a transformar la zona y a elevar su nivel”

destaca. Este plan, que se llevará a cabo a lo largo de la próxima década, lleva años en la mente de esta compañía, que adquirió los terrenos “durante los años de máximo apogeo en el sector”. “En esos momentos recuerdo que alguna que otra empresa llegó a pagar hasta 2.000 euros por metro cuadrado y seguramente ahora podrían adquirirse por un tercio de ese valor”, reconoce el directivo. Después vino la crisis y la compañía aprovechó los años de impasse en el mercado para trabajar intensamente con la Administración en la obtención de las licencias de cada uno de sus proyectos. Un trabajo arduo, ya que “la lentitud administrativa es muy grande y cada una de las licencias se ha demorado un promedio de más de dos años. Lo bueno es que nosotros tampoco teníamos prisa en ese momento”, explica Soria. Ahora que la situación ha cambiado por completo, y que gran parte de la inversión en suelo ya está realizada, Torre Rioja considera que es el momento de dar impulso a este gran desarrollo que dotará a la Capital de nuevos metros de oficinas en una zona que cuenta además con buenas comunicaciones y en la que ya se han instalado empresas innovadoras y tecnológicas como Atos, IBM o Tecnocom. Soria está convencido del potencial de este barrio que, aunque nació con un planteamiento industrial, ha ido transformándose de forma natural en una zona de oficinas y residencial,

“que poco a poco va contando con todos los servicios necesarios para ser un centro de negocios, como restaurantes, colegios, gimnasios y cuenta además con buenas conexiones de metro con las líneas cinco y seis, y también con el aeropuerto”

Estas características, la tipología de las empresas que ya están instaladas en el barrio y el gran desarrollo que va a llevar a cabo Torre Rioja, hacen que la zona sea considerada por algunos expertos como la nueva 22@ de Madrid. Julián Camarillo, 29-31 Su proyecto más relevante en la zona, ya está en marcha. Se trata de Julián Camarillo 29-31, un edificio que tendrá 36.000 metros cuadrados sobre rasante y 1.200 plazas de garaje (400 para uso público o rotatorio). “Este será posiblemente, cuando acaben el del Banco Popular, el desarrollo más grande de Madrid”, explica Soria, que destaca que van a utilizar los mismos niveles de calidad y tecnología que “hemos implantado en los dos edifcios que tenemos en Avenida de América para lograr la certificación  Leed Platinum”. Y es que cuando Soria habla de calidad lo hace en serio y con los certificados sobre su mesa que demuestran que dos de sus últimos proyectos de rehabilitación integral en Madrid son referentes en el resto del mundo. Concretamente, Avenida de América 81 (AA81) tiene la certificación Leed Platinum con la mejor puntuación a nivel europeo y la segunda a nivel mundial dentro de la categoría de Core & Shell, mientras que en Avenida de América 79 cuentan con la precalificación Leed Platinum, “la definitiva nos la darán en pocos meses”, asegura con orgullo el directivo.

Para el desarrollo de Julián Camarillo 29-31, el mayor que llevará a cabo Torre Rioja en esta zona, donde cuenta con otros nueve proyectos (ver gráfico), la compañía destinará una inversión de 50 millones de euros, mientras que el resto de edificios sumarán alrededor de otros 100 millones, solo en la parte de construcción. Actualmente, el inmueble se encuentra en la fase de cimentación y podría estar terminado entre los 18 y 36 meses; “dependerá de la comercialización del edificio, que corre de la mano de las consultoras JLL y Aguirre Newman”, afirma.  Julián Camarillo 29-31 está preparado para ser un edificio de oficinas multinquilino, “pero lo que pretendemos es que haya uno o dos grandes ocupantes”. Entre sus particularidades, además de ser un inmueble de consumo casi nulo, destacan sus seis plantas prácticamente diáfanas de hasta 8.000 metros cuadrados -algo complicado de encontrar hoy en día en Madrid- y también los servicios que ofrecerá para sus inquilinos, ya que contará con una planta baja diáfana de unos 6.000 metros cuadrados donde se instalará una zona deportiva, hostelería, áreas de entretenimiento, zonas de juegos, de relax, etc. “Será un microclima agradable para los empleados que diferenciará aún más a este inmueble de todo lo demás que existe”, declara. Por el momento, el edificio ya ha despertado el interés de varias empresas, si bien Soria reconoce que las conversaciones están todavía en una fase muy inicial: “Estamos buscando compañías que tengan plantillas grandes y creemos que puede interesar a grupos tecnológicos, ingenierías, constructoras, empresas de telecomunicaciones o a la banca”. Para financiar todos los desarrollos que van a llevar a cabo en la zona, la patrimonialista lo hará “básicamente con la propia generación de las rentas que tiene la empresa y que rondan los 20 millones de euros anuales”. Sin embargo, Soria reconoce que Torre Rioja es “una empresa media” que busca posicionarse como líder a nivel de calidad, “pero nuestra capacidad financiera es limitada”, por eso “en su momento habrá una parte al final que pueda venir de financiación”, aunque ahora mismo no necesita ayuda externa, ya que el solar está libre de hipotecas. Aunque el grupo cuenta con un importante pulmón para hacer frente a estos proyectos, no descarta llevar a cabo alianzas puntuales para alguno de los desarrollos, “si eso implica acelerar el plan de regeneración de la zona”, destaca. Asimismo, sus planes pasan por desarrollar cada uno de los inmuebles de forma ordenada, “siempre que la economía, las rentas y la ocupación nos acompañen”. Así, los siguientes en la lista son Inocenta de Mesa 1 y Valentín Beato 21, “si bien estamos dispuestos a cambiar los plantes si actuamos bajo demanda”. Por el momento, Torre Rioja ya ha llevado a cabo dos proyectos en la zona de Julián Camarillo. Se trata de un hotel de 4 estrellas -el Ilunion Alcalá Norte, de 212 habitaciones y 327 plazas de aparcamiento- y un edificio de servicios empresariales de 6.400 metros cuadrados sobre rasante y 140 plazas de aparcamiento. Este fue el inicio modesto de un gran proyecto que dará una nueva vida a la zona, donde la compañía sigue creciendo, ya que a finales del año pasado compraron una nave de unos 6.000 metros, colindante a un solar que ya está bajo su propiedad y que juntos suman unos 11.000 metros cuadrados sobre rasante. “Este es el único proyecto en la zona del que no tenemos licencia, al ser de reciente adquisición”, confiesa. Artesanos de la profesión La compañía, que cuenta actualmente con una cartera de oficinas y hoteles de 115.000 metros cuadrados, no duda del éxito que tendrán los siguientes 175.000 metros cuadrados (100.000 sobre rasante y 75.000 bajo rasante) que pondrán progresivamente en el mercado. Soria, que pasa la mayor parte del día en la obra cuando hay un proyecto en marcha, asegura que en su empresa son “artesanos de la profesión”. “Lo que buscamos es hacer un producto lo más perfecto y lo más funcional posible, olvidándonos a veces del tema de la estética. La funcionalidad está por encima de todo y si es elegante mejor”. Con 70 años de historia, Torre Rioja se va a convertir gracias a este mega desarrollo en el principal promotor de una nueva zona de oficinas que dará un respiro a la ciudad de Madrid, afectada actualmente por la escasez de producto de calidad, ya que solo el 6 por ciento de los metros cuadrados prime de oficinas están disponibles.

El grupo patrimonialista está presente también en el negocio residencial

Aunque el negocio principal de la compañía es ahora el terciario, lo cierto es que los orígenes de Torre Rioja proceden del mercado residencial. Así, la compañía cuenta con 75 hectáreas de terreno en Andalucía, concretamente en Isla Cristina, que se encuentran en fase administrativa. Por otro lado tiene 16.000 m2 en Guillena, donde proyecta la construcción de 80 chalets. El grupo también tiene presencia en Almuñécar, con 26,5 hectáreas que tiene en propiedad junto a otros socios. Torre Rioja cuenta además con otros solares en Madrid, que suman 13.000 m2 y están situados en Arganda y Campo Real. Además, en Valladolid cuenta con 9.415 m2 en Boecillo y otros 22.300 m2 en Andraitx.

Innovación y eficiencia en Julián Camarillo 29

El proyecto de Julián Camarillo 29-31 que está llevando a cabo actualmente Torre Rioja es, si cabe, todavía más ambicioso en cuanto a calidad de construcción y ahorros energéticos que sus antecesores situados en Avenida de América. La ventaja y la diferencia con los dos proyectos anteriores es que este parte desde cero, mientras que los otros dos fueron rehabilitaciones integrales. Julián Camarillo 29 aspira a ser un edificio de consumo casi nulo. Para ello, el inmueble, que tendrá tres sótanos, planta baja, cuatro plantas de oficinas y una planta para instalaciones, contará con un compendio de todas las energías alternativas como biomasa, mini eólica o fotovoltaica termosolar. Además, tendrá escaleras mecánicas que irán desde la planta menos cuatro a la cuarta planta para evitar los atascos de ascensores en las horas puntas del edificio. Al igual que sus antecesores (AA81 y AA79) tendrá la fachada más avanzada que existe en cuanto a aislamiento térmico y acústico con 50 decibelios (dB), cuando lo normal, en el mejor de los casos, son 37 dB. Heredará también el sistema de viga fría, las pantallas Led y los miles de puntos de control que hacen del inmueble un espacio confortable y cómodo para sus inquilinos.

Alba Brualla